diariodemallorca.es 24-12-2009
Las consecuencias derivadas de una intervención anterior "muy regular" han provocado el reventón de la piedra de la torre de la iglesia
El arquitecto técnico del Obispado de Mallorca, Bartomeu Bennàssar, subido en lo alto del campanario de Sant Felip Neri. Foto: Manu Mielniezuk
LOURDES DURÁN. PALMA. Podría parecer una secuencia del Vértigo de Alfred Hitchcock. Ver encaramado a Bartomeu Bennàssar a lo alto del campanario de la iglesia de Sant Felip Neri mientras treinta y cuatro metros le separan de los paseantes produce escalofrío. El arquitecto técnico que supervisa las obras de reforma de la iglesia, concluida ya la fase del portal lateral, observa que "hasta que no estás en el andamio no puedes comprobar lo necesario de la reforma".
El campanario del templo acusaba "actuaciones incorrectas" del pasado como situar hilos de hierro y cemento que provocaron el reventón de la piedra. Ahora se ha procedido a eliminar el hierro y coser el muro con varillas.
A la par que las obras se suben a las alturas, se trabaja en el portal principal, aguijoneado por las grietas que habían vaciado y provocado pérdidas en el mortero, como ya ocurrió en la fachada lateral de la iglesia.
Las obras se iniciaron la Semana Santa pasada y el calendario prevé su conclusión a finales de febrero de 2010. "Al haber tenido que eliminar los hierros del campanario, algo no previsto en el proyecto, se ha retrasado su final, además de aumentar el presupuesto destinado a tal fin", señala el aparejador del Obispado de Mallorca.
De los 200.000 euros previstos, la inversión ascenderá a 400.000 euros. El coste lo asumirá por completo la congregación de Sant Felip Neri ya que no han podido beneficiarse de las subvenciones que fueron pactadas en su día por Jaume Matas y el Obispado de Mallorca, ni tampoco a las otorgadas a distintos templos de Mallorca por la actual conselleria de Obras Públicas. Bennàssar cree que el hecho de que la iglesia no sea un Bien de Interés Cultural y sólo esté protegida con la figura de Bien Catalogado les ha privado de la ayuda institucional.
El proyecto de obra corresponde a los arquitectos Sebastià Gamundío y Salvador Juan, y la restauración la están llevando a cabo las empresas Restauración Femenía CB y Refoart S.L.
Atendido el portal lateral con la limpieza de su muro y de las dos gárgolas, ahora las obras ascienden a lo alto. Además de eliminar las varillas de hierro que fracturaban la piedra, se han de reponer una serie de piezas de marés, además de proceder a su limpieza.
Bennàssar no descarta "cierto peligro" de caída de material a la calle. El aparejador señala: "Los problemas más frecuentes con los campanarios es que al tener forma cónica, todo cae dentro, en su embudo".
A través del patio del colegio de Sant Felip Neri y del claustro que da a la iglesia se asciende al campanario. Una escalera, "no en mal estado, pero sí muy sucia", conduce a la zona enferma. Cinco niveles de andamio son necesarios para que el equipo de restauración cosa las heridas. Se ve un primer estadio ya limpio, sobresalen las dos cabezas de moro esculpidas en los vértices de la torre. Una esfera corona el campanario.
El templo corresponde a los desaparecidos trinitarios tras la cesión en el siglo XIV hecha por Constanza de Aragón, hermana de Jaume I. A mediados del XIX fue ocupada por la Orden de Sant Felip Neri. Al lado de la iglesia, con portal barroco, se sitúa el colegio.
A lo largo de su historia ha sufrido una serie de cambios debidos, fundamentalmente a la reforma que hizo Pere d´Alcàntara Penya a finales del XIX, y que otorgó al edificio el actual estilo ecléctico. En su interior, de planta única, destaca el retablo mayor barroco.