28 de desembre 2009

La iglesia monumental de Santa Catalina de Sena se resquebraja por las cubiertas

diariodemallorca.es 28-12-2009

Los retablos y piezas de arte sacro en el interior del Bien de Interés Cultural están tapados porque en el templo se celebra el culto ortodoxo
La enorme brecha de la cubierta que se distingue desde la calle Sant Miquel. Foto: M. E. V.

M. ELENA VALLÉS. PALMA. El tejado de la iglesia de Santa Catalina de Sena está agujereado. Desde la calle Sant Miquel se distinguen dos enormes brechas por las que se cuela el agua cuando llueve, causando filtraciones en el edificio. Las fisuras que se distinguen desde la vía pública, que probablemente se extienden al resto de la cubierta, podrían estar afectando a la zona del coro del templo, declarado monumento nacional en 1964.
Estos desperfectos se suman al estado de deterioro general que presenta la construcción, concentrado sobre todo en el portal y las fachadas, que necesitan también una reforma.
El director insular de Patrimono, Biel Cerdà, cuyo departamento tutela los Bienes de Interés Cultural de la isla como esta iglesia, declaró ayer a este diario que si el edificio se encuentra realmente en "tan mal estado" efectuarán una inspección y se pondrán en contacto con la diócesis para hallar la solución. "De todos modos, si las ayudas que recibe el obispado de parte de las instituciones locales no es suficiente, puede recurrir al 1% cultural", añadió.
Los bienes del interior de la iglesia, como retablos y estatuas barrocas, se encuentran en estos momentos presuntamente cubiertos, según denuncian algunos ciudadanos a este diario, habida cuenta de que la congregación ortodoxa de la isla celebra allí su liturgia y cuenta con iconografía religiosa propia. La diócesis de Mallorca, propietaria del templo, se lo cedió a estos ortodoxos para que pudieran oficiar allí sus misas.
Respecto al cubrimiento de piezas del BIC, la Ley de Patrimonio prescribe en uno de sus artículos que los monumentos han de poderse ver, amén de ser visitables. "En este punto, la legislación es muy difusa, indefinida. No acaba de estar claro del todo cuánto tiempo deben estar abiertos al público, etc. Con la modificación que planteamos de la normativa actual intentaremos definir este aspecto", reseñó.
"En cuanto al mantenimiento de las piezas y si al estar cubiertas no se va vigilando su estado de conservación, eso es algo que debería hacer la diócesis, habida cuenta de que cuenta con personal cualificado, como el del taller de restauración, para velar por los retablos y esculturas que son de su propiedad", continuó.
Ante el mal estado de la iglesia, las piezas del interior también podrían sufrir desperfectos por filtraciones de agua. Las más importantes y de mayor calidad artística son tres retablos de estilo barroco que son del XVIII: el mayor, el de Sant Joan Baptista y el de Sant Domingo in Soriano. El primero lo realizó el escultor Andreu Carbonell entre los años 1708 y 1713. Ocupa el fondo del ábside y constituye un mueble espectacular donde se recogen imágenes devotas según los gustos de las monjas que habitaban el convento anejo. Se añade a la composición el mausoleo del fundador, Joan Baptista Despuig i Despuig: una efigie de mármol blanco.



Un convento derribado y con todo su patrimonio fuera de la isla

M. E. VALLÉS. PALMA. La iglesia de Santa Catalina de Sena que se levanta en la calle Sant Miquel pertenecía al antiguo convento barroco homónimo, que ocupaba gran parte de las actuales galerías comerciales conocidas como Los Geranios.Las monjas dominicas que ocupaban estas dependencias tuvieron que abandonar el monasterio cuando en 1966 comenzó a derribarse. Las hermanas, tal y como se relata en el volumen Santa Catalina de Sena. Memòria històrica d´un convent (1659-1966), se trasladaron al nuevo convento que se les contruyó en el camino viejo de Bunyola, en sa Indioteria. En esos momentos, la orden decidió ceder la iglesia de Palma, lo único que se mantuvo en pie, a la diócesis de Mallorca. El templo, que también iba a ser derruido, finalmente se salvó "a partir de la movilización llevada a cabo por el periodista Lluís Ripoll", explica la historiadora Aina Pascual y Jaume Llabrés en el volumen. Se creó tal alarma social ante la pérdida patrimonial, que la iglesia fue declarada monumento nacional en 1963. En dicha publicación, que es el catálogo de la muestra conmemorativa que se celebró del 24 de abril al 24 de mayo de 2001, se recogen los bienes de estas monjas que abandonaron la isla en septiembre de 2008 para irse a vivir a Sant Cugat del Vallès. Ese patrimonio viajó con ellas hasta la provincia de Barcelona. Entre las piezas, se encuentran un Cristo que estaba en el coro del antiguo convento; una imagen de Santa Catalina de Sena de terracotta policromada; un cuadro de Sant Tomàs d´Aquino del siglo XVII; un lavamanos de la antigua sacristía; un piano del siglo XIX o una pintura de Santa Catalina de Sena del XVIII, entre otros objetos, de los que hay que destacar un archivo importante para la historia de Mallorca por el que las instituciones no lucharon en su momento para que se quedase en la isla.