Última Hora Digital 11-4-2009
En una fábrica artesanal de Campos se reproducen al milímetro las baldosas perdidas o dañadas del palacete modernista Can Prunera
JOAN SITGES . Si Can Prunera es un edificio único en su especie es porque todos los elementos que lo componen son únicos. Desde el suelo hasta el techo, todos los materiales que completan el edificio solleric son auténticas obras de arte modernistas que salieron de los talleres artesanales de principios del siglo XX.
Esos talleres, es evidente, ya no están. Cerraron hace mucho tiempo y con ellos se perdieron técnicas y materiales que son casi imposibles de recuperar. Pero en algunos casos el esfuerzo y la paciencia de empresas y artesanos actuales hacen realidad lo que parece imposible.
La casualidad quiso que en una empresa familiar de Campos se continúen fabricando baldosas hidráulicas con la misma técnica con la que se realizaron los complicadísimos diseños que decoran los suelos de Can Prunera. Para poder reproducir la parte de los suelos que estaba dañada, el director de la fábrica, Gabriel Huguet, viajó a Marruecos «con una maleta llena de baldosas porque los artesanos marroquíes son los únicos capaces de realizar moldes para diseños tan complicados». Hay que tener en cuenta que el molde, hecho a mano, debe ser perfecto para impedir que se mezclen los colorantes líquidos con los que se rellena para obtener una a una las baldosas.
Además, Huguet trajo consigo «los mejores artesanos marroquíes para conseguir la calidad que Can Prunera se merece». Y es que el pulso, la precisión y la experiencia en mezclar los colores son fundamentales para conseguir que las nuevas baldosas de Can Prunera sirvan para poder completar las complicadas alfombras de colores de cada una de las habitaciones. La complejidad en el diseño de los suelos de Can Prunera es evidente. «Cada sala presenta motivos diferentes, que reproducen complicadísimas alfombras de cemento». Además, añade Huguet, «cada alfombra de cada salón está compuesta por varias cenefas, escuadras e infinidad de elementos que necesitan un molde específico para la reproducción de antiguos modelos». Las antiguas baldosas, por supuesto, ocuparán su lugar de siempre. Un lugar en la historia de la artesanía y la arquitectura de Balears.