diariodemallorca.es 3-4-2009JOAN RIERA Ahora que Cort se ha propuesto rehabilitar el edificio del ´Mar i Terra´ conviene recordar la anécdota más célebre, y por otra parte falsa, relacionada con el teatro de Santa Catalina. Según esta historieta, que algunos aún dan por buena hoy en día, el novelista francés Julio Verne visitó Mallorca y asistió a una representación de una versión teatral de su obra ´De la Tierra a la Luna´ a cargo de una compañía catalana.
La presunta estancia de Verne en las Balears se fundamenta en que dos de sus novelas se sitúan parcialmente en el archipiélago. Uno de los capítulos de Clovis Dardentor transcurre durante una alocada jornada mallorquina -la del 28 de abril de 1885-. Las descripciones de Palma son tan precisas que bien pudiera pensarse que la ciudad había sido vista por el autor de Veinte mil leguas de viaje submarino. Otra novela, Hector Servadac -un viaje espacial alucinante causado por el impacto de un meteorito- tiene como protagonista a la menor de las islas Pitiüses.
Otra prueba de la presencia de Verne sería la firma que se conserva en el libro de visitas de las cuevas de Artà. Una rúbrica falsa, como se encargó de demostrar el fotógrafo Oscar Pipkin en un reportaje para TVE.
La explicación del conocimiento que tenía de las islas obedece a la lectura del Die Balearen del Archiduque Luis Salvador.
El ´Mar i Terra´ es una obra ecléctica de Josep Segura del año 1898. Además de su función teatral, el edificio se dedicó a la beneficencia y fue centro educativo y comedor del Auxilio Social.
La leyenda de la visita de Julio Verne se sitúa en los inicios del siglo XX (su muerte se produjo en 1905). Se le esperaba procedente de Barcelona y debía asistir a la representación de una zarzuela inspirada en su viaje a la Luna. La compañía era catalana y la sociedad mallorquina estaba preparada para rendir homenaje a tan célebre novelista. Algunos periódicos locales llegaron a anunciar la inminente llegada.
Sin embargo, Julio Verne jamás pisó Mallorca y, como es lógico, no asistió nunca a una representación en el ´Mar i Terra´. Nadie ha logrado hallar el rastro del gran fabulador.
Sin embargo, la recuperación del edificio y de su pequeño teatro para la ciudad de Palma es una gran noticia. Entre bambalinas renacerá la fantasía. Y Julio Verne fue el rey de las fantasías que el paso del tiempo convertía en realidad.
La presunta estancia de Verne en las Balears se fundamenta en que dos de sus novelas se sitúan parcialmente en el archipiélago. Uno de los capítulos de Clovis Dardentor transcurre durante una alocada jornada mallorquina -la del 28 de abril de 1885-. Las descripciones de Palma son tan precisas que bien pudiera pensarse que la ciudad había sido vista por el autor de Veinte mil leguas de viaje submarino. Otra novela, Hector Servadac -un viaje espacial alucinante causado por el impacto de un meteorito- tiene como protagonista a la menor de las islas Pitiüses.
Otra prueba de la presencia de Verne sería la firma que se conserva en el libro de visitas de las cuevas de Artà. Una rúbrica falsa, como se encargó de demostrar el fotógrafo Oscar Pipkin en un reportaje para TVE.
La explicación del conocimiento que tenía de las islas obedece a la lectura del Die Balearen del Archiduque Luis Salvador.
El ´Mar i Terra´ es una obra ecléctica de Josep Segura del año 1898. Además de su función teatral, el edificio se dedicó a la beneficencia y fue centro educativo y comedor del Auxilio Social.
La leyenda de la visita de Julio Verne se sitúa en los inicios del siglo XX (su muerte se produjo en 1905). Se le esperaba procedente de Barcelona y debía asistir a la representación de una zarzuela inspirada en su viaje a la Luna. La compañía era catalana y la sociedad mallorquina estaba preparada para rendir homenaje a tan célebre novelista. Algunos periódicos locales llegaron a anunciar la inminente llegada.
Sin embargo, Julio Verne jamás pisó Mallorca y, como es lógico, no asistió nunca a una representación en el ´Mar i Terra´. Nadie ha logrado hallar el rastro del gran fabulador.
Sin embargo, la recuperación del edificio y de su pequeño teatro para la ciudad de Palma es una gran noticia. Entre bambalinas renacerá la fantasía. Y Julio Verne fue el rey de las fantasías que el paso del tiempo convertía en realidad.
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