diariodemallorca.es 4-8-2008
En las inmediaciones del aparcamiento de empleados se halla un yacimiento de época romana
El estudio de impacto ambiental aconseja la presencia de expertos
Imagen de la bahía de Formentor, donde se ubica el hotel.
M. C. / J. F. POLLENÇA. La reforma del Hotel Formentor debe requerir la supervisión de un arqueólogo que velará por la preservación y rehabilitación del yacimiento ubicado en la zona de afectación del proyecto.
Así se detalla en el informe arqueológico anexo en el estudio de impacto ambiental, emitido por el arqueólogo Mateu Riera Rullán, a petición del Grupo Barceló, titular del complejo, el pasado 9 de abril. El informe, que cuenta con el beneplácito de los técnicos municipales, quienes hace unos días presentaron en comisión informativa su informe favorable, reconoce la existencia de un yacimiento que ya había sido documentado por el arqueólogo Joan Camps durante las obras que se llevaron a cabo en el siglo XX.
Camps pudo identificar toda una serie de estructuras de una supuesta villa de época romana que se vio gravemente dañada por las obras, y de la que únicamente se pudieron salvar algunas cerámicas que en la actualidad se hallan en las dependencias del Museo de Mallorca.
En la década de 1990 los restos fueron incorporados y protegidos en la Carta Arqueológica realizada por el Govern.
Una villa romana
Según las prospecciones de superficie realizadas por los propietarios del complejo hotelero, los restos arqueológicos están localizados en las inmediaciones del aparcamiento de los trabajadores del hotel.
El informe concluye haciendo hincapié en la necesidad de incorporar un técnico cualificado en arqueología durante las labores que se puedan realizar para su rehabilitación.
La respuesta de la oposición
Ante esta tesitura EU/EV pide a la propiedad que aclare cuáles son sus intenciones. Si llevarán a cabo una excavación o una intervención de urgencia y si se preservarán los restos.
Recuerdan igualmente que se deberían tomar las mismas medidas con las obras en el camí de Cala Figuera, donde se ubica el yacimiento prehistórico de época naviforme más extenso de toda la isla, aún no excavado.
La reforma del emblemático Hotel Formentor costará alrededor de 20 millones de euros. El proyecto, que en estos momentos está en tramitación a la espera de los permisos municipales, y que reportarán al Consistorio unos ingresos de más de 600.000 euros, contempla la construcción de un centro de convenciones con capacidad para 250 personas, y un ´spa´. Igualmente, el establecimiento se verá ampliado con un centenar de nuevas plazas.
No en vano, los técnicos recogen en su informe otras prescripciones que deberán ser adoptadas por la propiedad. Así, sugieren que se reduzca medio metro la altura del nuevo edificio de congresos y la reposición de 405 especies de árboles en compensación por los que se verán afectados por las obras.
Éstas, según indicó el alcalde de la localidad, Joan Cerdà, podrían iniciarse antes de finales de este año, tal y como estiman los propietarios del hotel, quienes calculan que la reforma podría estar concluida en un plazo de cuatro años, periodo que se interrumpiría durante los meses de verano para acoger a los huéspedes en temporada alta.
M. C. / J. F. POLLENÇA. La reforma del Hotel Formentor debe requerir la supervisión de un arqueólogo que velará por la preservación y rehabilitación del yacimiento ubicado en la zona de afectación del proyecto.
Así se detalla en el informe arqueológico anexo en el estudio de impacto ambiental, emitido por el arqueólogo Mateu Riera Rullán, a petición del Grupo Barceló, titular del complejo, el pasado 9 de abril. El informe, que cuenta con el beneplácito de los técnicos municipales, quienes hace unos días presentaron en comisión informativa su informe favorable, reconoce la existencia de un yacimiento que ya había sido documentado por el arqueólogo Joan Camps durante las obras que se llevaron a cabo en el siglo XX.
Camps pudo identificar toda una serie de estructuras de una supuesta villa de época romana que se vio gravemente dañada por las obras, y de la que únicamente se pudieron salvar algunas cerámicas que en la actualidad se hallan en las dependencias del Museo de Mallorca.
En la década de 1990 los restos fueron incorporados y protegidos en la Carta Arqueológica realizada por el Govern.
Una villa romana
Según las prospecciones de superficie realizadas por los propietarios del complejo hotelero, los restos arqueológicos están localizados en las inmediaciones del aparcamiento de los trabajadores del hotel.
El informe concluye haciendo hincapié en la necesidad de incorporar un técnico cualificado en arqueología durante las labores que se puedan realizar para su rehabilitación.
La respuesta de la oposición
Ante esta tesitura EU/EV pide a la propiedad que aclare cuáles son sus intenciones. Si llevarán a cabo una excavación o una intervención de urgencia y si se preservarán los restos.
Recuerdan igualmente que se deberían tomar las mismas medidas con las obras en el camí de Cala Figuera, donde se ubica el yacimiento prehistórico de época naviforme más extenso de toda la isla, aún no excavado.
La reforma del emblemático Hotel Formentor costará alrededor de 20 millones de euros. El proyecto, que en estos momentos está en tramitación a la espera de los permisos municipales, y que reportarán al Consistorio unos ingresos de más de 600.000 euros, contempla la construcción de un centro de convenciones con capacidad para 250 personas, y un ´spa´. Igualmente, el establecimiento se verá ampliado con un centenar de nuevas plazas.
No en vano, los técnicos recogen en su informe otras prescripciones que deberán ser adoptadas por la propiedad. Así, sugieren que se reduzca medio metro la altura del nuevo edificio de congresos y la reposición de 405 especies de árboles en compensación por los que se verán afectados por las obras.
Éstas, según indicó el alcalde de la localidad, Joan Cerdà, podrían iniciarse antes de finales de este año, tal y como estiman los propietarios del hotel, quienes calculan que la reforma podría estar concluida en un plazo de cuatro años, periodo que se interrumpiría durante los meses de verano para acoger a los huéspedes en temporada alta.
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