diariodemallorca.es 3-8-2008
El equipo de investigadores que trabaja en Portocolom desea completar los conocimientos sobre la vida doméstica exterior del hombre pretalayótico. Este año invertirán esfuerzos en la difusión del yacimiento
Los trabajos se desarrollarán hasta día 17 en las inmediaciones del primer edificio naviforme. Foto: M. E. V
M. ELENA VALLÉS. PALMA. El sol se impele colérico sobre el terraplén donde trabaja un grupo de arqueólogos armados con munición de sombreros y garrafas de agua. El objetivo investigador de este año en los Closos de Can Gaià se presenta innovador: "Hemos empezado a excavar entre las dos navetas. Podríamos decir que es la primera vez que un equipo se marca como meta en Balears horadar los exteriores de un edificio", explica uno de los directores de la campaña, Tomeu Salvà, del grupo Arqueobalear de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Las razones de trabajar en las inmediaciones de la Naveta I estriban en la finalidad de profundizar en el modus vivendi de aquellos que habitaban en los edificios naviformes. "En aquella época, era casi más importante lo que hacían fuera de las casas que dentro", remarca. En este sentido, el equipo se encuentra cuadriculando la zona y tomando medidas, con el fin de determinar, en el momento en que salgan a la superficie restos, qué tipo de actividad se desempeñaba justo en ese punto geográfico. Salvà adelanta que esperan encontrarse restos de cerámica o huesos -básicamente material pequeño- para tratar también de entender la relación que se establecía entre los dos edificios del yacimiento. "Así podremos saber si aquí había una zona de talleres, o un corral, o incluso podremos determinar si asaban la carne fuera", matiza.
Con las muestras y el material extraído en esta campaña, que finalizará el día 17, y en la siguiente, es decir en dos años, el equipo cree que podrá publicar un libro completo sobre toda la Naveta I y las zonas anejas.
Cabe recordar que las últimas expediciones de excavación en el poblado naviforme de Closos están proporcionando datos muy relevantes que inciden en los aspectos de producción de estas comunidades de la edad de Bronce. Se sabe que uno de los edificios excavados servía muy probablemente de almacén, y que allí se guardaban importantes cantidades de carne.
Además de estas excavaciones en los exteriores de la Naveta I, el equipo ha contratado a una restauradora, Magdalena Escalas, que repasará este edificio, que ya se consolidó en 2001.
Pese a toda la labor científica de este año, los investigadores invertirán también esfuerzos en la labor difusora del yacimiento mediante talleres.
Un grupo de 25 niños de cuatro a ocho años experimentaron ayer su primera toma de contacto con un yacimiento prehistórico. Los arqueólogos se prepararon un cuento con marionetas para explicar a los más pequeños cómo vivía el hombre pretalayótico en una de esas navetas.
Las puertas de Closos se abrieron ayer también a la Associació de Veïnats de Portocolom. Por la mañana, los mayores excavaron en un muro ficticio preparado por los científicos. Por la tarde, acudieron al laboratorio, sito en la escuela de la localidad, lugar en el que se elabora el inventariado y lavado de las piezas, así como su dibujo y posterior análisis.
El próximo día 13 tendrá lugar una actividad de debate en torno al yacimiento. Se trata de una mesa redonda en la que varios políticos del ayuntamiento, alguno del Consell y los propios arqueólogos discutirán para aportar ideas nuevas con el fin de impulsar este lugar de interés cultural. "Nuestra idea sería que pudiera crearse aquí un centro de interpretación que funcionara todo el año. Pero, para ello, estos terrenos privados, que ahora están a la venta, los debería adquirir el ayuntamiento o el Consell", abunda Salvà.
El equipo, dirigido por David Javalollas, Joan Fornés, Llorenç Servera, Biel Servera y Tomeu Salvà, ha recibido este año 6.000 euros del Consell y 9.500 del consistorio felanitxer.
El equipo de investigadores que trabaja en Portocolom desea completar los conocimientos sobre la vida doméstica exterior del hombre pretalayótico. Este año invertirán esfuerzos en la difusión del yacimiento
Los trabajos se desarrollarán hasta día 17 en las inmediaciones del primer edificio naviforme. Foto: M. E. V
M. ELENA VALLÉS. PALMA. El sol se impele colérico sobre el terraplén donde trabaja un grupo de arqueólogos armados con munición de sombreros y garrafas de agua. El objetivo investigador de este año en los Closos de Can Gaià se presenta innovador: "Hemos empezado a excavar entre las dos navetas. Podríamos decir que es la primera vez que un equipo se marca como meta en Balears horadar los exteriores de un edificio", explica uno de los directores de la campaña, Tomeu Salvà, del grupo Arqueobalear de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Las razones de trabajar en las inmediaciones de la Naveta I estriban en la finalidad de profundizar en el modus vivendi de aquellos que habitaban en los edificios naviformes. "En aquella época, era casi más importante lo que hacían fuera de las casas que dentro", remarca. En este sentido, el equipo se encuentra cuadriculando la zona y tomando medidas, con el fin de determinar, en el momento en que salgan a la superficie restos, qué tipo de actividad se desempeñaba justo en ese punto geográfico. Salvà adelanta que esperan encontrarse restos de cerámica o huesos -básicamente material pequeño- para tratar también de entender la relación que se establecía entre los dos edificios del yacimiento. "Así podremos saber si aquí había una zona de talleres, o un corral, o incluso podremos determinar si asaban la carne fuera", matiza.
Con las muestras y el material extraído en esta campaña, que finalizará el día 17, y en la siguiente, es decir en dos años, el equipo cree que podrá publicar un libro completo sobre toda la Naveta I y las zonas anejas.
Cabe recordar que las últimas expediciones de excavación en el poblado naviforme de Closos están proporcionando datos muy relevantes que inciden en los aspectos de producción de estas comunidades de la edad de Bronce. Se sabe que uno de los edificios excavados servía muy probablemente de almacén, y que allí se guardaban importantes cantidades de carne.
Además de estas excavaciones en los exteriores de la Naveta I, el equipo ha contratado a una restauradora, Magdalena Escalas, que repasará este edificio, que ya se consolidó en 2001.
Pese a toda la labor científica de este año, los investigadores invertirán también esfuerzos en la labor difusora del yacimiento mediante talleres.
Un grupo de 25 niños de cuatro a ocho años experimentaron ayer su primera toma de contacto con un yacimiento prehistórico. Los arqueólogos se prepararon un cuento con marionetas para explicar a los más pequeños cómo vivía el hombre pretalayótico en una de esas navetas.
Las puertas de Closos se abrieron ayer también a la Associació de Veïnats de Portocolom. Por la mañana, los mayores excavaron en un muro ficticio preparado por los científicos. Por la tarde, acudieron al laboratorio, sito en la escuela de la localidad, lugar en el que se elabora el inventariado y lavado de las piezas, así como su dibujo y posterior análisis.
El próximo día 13 tendrá lugar una actividad de debate en torno al yacimiento. Se trata de una mesa redonda en la que varios políticos del ayuntamiento, alguno del Consell y los propios arqueólogos discutirán para aportar ideas nuevas con el fin de impulsar este lugar de interés cultural. "Nuestra idea sería que pudiera crearse aquí un centro de interpretación que funcionara todo el año. Pero, para ello, estos terrenos privados, que ahora están a la venta, los debería adquirir el ayuntamiento o el Consell", abunda Salvà.
El equipo, dirigido por David Javalollas, Joan Fornés, Llorenç Servera, Biel Servera y Tomeu Salvà, ha recibido este año 6.000 euros del Consell y 9.500 del consistorio felanitxer.