Última Hora Digital -8-2008
M. A.VAQUER. La decimotercera campaña de excavaciones en el yacimiento arqueológico de Son Fornés (Montuïri) finalizó su labor con un descubrimiento inesperado. Uno de los poblados con la arquitectura monumental más conservada de Mallorca tenía escondido un santuario de la época romana.
«El trabajo estaba centrado en una área delimitada por dos talayots, el objetivo era descubrir una segunda línea de este tipo de construcciones, pero la sorpresa fue cuando encontramos un santuario», explicó ayer la directora de la campaña, Cristina Rihuete. Un descubrimiento espectacular, ya que el edificio conservaba en su interior un sorprendente repertorio de materiales, entre ellos, nueve ánforas y más de veinte utensilios metálicos. Con esto se ha podido comprobar que el santuario era «el centro del movimiento económico, ya que redistribuía y centralizaba las mercaderías fabricadas en los pequeños talleres del poblado». Por lo tanto, el santuario ya no sería un edificio con fines religiosos, como siempre se ha dicho, y además sería posterior al talayot, un autentico hallazgo que ha significado «una revolución cronológica», aseguró Cristina Rihuete.
El yacimiento arqueológico se extiende en una superficie de más de 30 mil metros cuadrados y ofrece cada año información de primer orden para conocer la evolución de la prehistoria mallorquina desde la época talayótica hasta el s.VII. Esta campaña ha obtenido una subvención de seis mil euros por parte del Consell y tiene previsto continuar para «impedir que el santuario se deteriore». El trabajo también ha contado con voluntarios, entre ellos muchos estudiantes de arqueología dirigidos en todo momento por Cristina Rihuete, Vicente Lull, Rafael Micó i Roberto Risch, del departamento de Prehistoria de la Autónoma de Barcelona.