diariodemallorca.es 23-8-2008
Arquitectura de la fortaleza de la punta de n´Amer. Foto: G. E. F. B.
M. ELENA VALLÉS. PALMA. La fortaleza de la punta de n´Amer es única en España y en Europa por su tipología. Tal excepcionalidad es recogida por Ángel Aparicio Pascual, presidente del Grup per l´Estudi de les Fortificacions Balears, en el libro La fortalesa de la punta de n´Amer. El autor ha reeditado la obra que ya publicó hace 12 años añadiendo documentación que ha ido recopilando a lo largo de este tiempo. El resultado, editado por Lleonard Muntaner, lo presentará mañana a las 20 horas en el mismo castillo, situado en el municipio de Sant Llorenç des Cardassar.
Aparicio relata a lo largo de las páginas de la publicación los usos de la fortificación, construida en 1696. En un principio, servía para prevenir los desembarcos en la zona de piratas y corsarios. Al comienzo, contaba con una guarnición de dos torreros. Más adelante pasaron por allí también destacamentos de dragones montados. En épocas de epidemias también reforzaban la zona guardas secretas que ayudaban a los torreros. El castillo solía servir en estos casos de cuartel general. En la época de contrabando, los carabineros usaron la fortaleza para reprender el comercio ilegal. Y durante la Guerra Civil sirvió como punto de observación antiaérea. Fue en estos años que se llegó a construir incluso una garita en la cubierta que más adelante se desplomó.
En estos momentos, tal como explica Aparicio, el estado de conservación del castillo es excelente. Fue proyectado por el ingeniero Martín Gil de Gaínza, que diseñó una construcción de gran impacto bélico de forma cuadrada y con una piramide encastrada en cada lado. Gil de Gaínza se vio muy influenciado por la arquitectura de Francia, donde se edificaban pequeñas fortalezas de importante choque visual.
El fortín es Bien de Interés Cultural y está registrado en el Inventario del Patrimonio Cultural Europeo. En estos momentos, pertenece a la familia Caldentey Alzina y es custodiado por Sebastià Pascual.
Aparicio comenta que el castillo se puede visitar durante todo el año y que cuenta con prestaciones suficientes como para pasar ahí un día entero. Actualmente, en el fortín se albergan una serie de objetos que ayudan al visitante a comprender la historia del castillo. Entre ellos se cuenta una amplia tipología de armamento, proyectiles, herramientas, mapas y documentación de la época. En la terraza también puede observarse un cañón. Hace varios años, cuenta Aparicio, se recuperó el altillo interior de madera y se reconstruyó el puente levadizo, el único que funciona en Mallorca.
La publicación ha sido posible gracias a los hallazgos de Aparicio en el Archivo Histórico Militar, lugar en el que ha encontrado información sobre los ingenieros militares, y a otra documentación encontrada en el Arxiu del Regne y en las salas del de Escorca y Manacor.