29 d’agost 2009

Bellpuig ilustrará la repoblación cristiana


diariodemallorca.es 29-8-2009

El Consell convocará un concurso público en septiembre para recuperar el monasterio y la ermita de Artà con el fin de convertirlos en centro de interpretación. Buscará financiación extra en los fondos destinados al 1% cultural


La escalera de dos tramos es el elemento más significativo de la estancia de los monjes. Foto: Guillem Bosch
M. ELENA VALLÉS. PALMA. La zona es virgen. Y Bellpuig no desentona, pero el tiempo no perdona: al oratorio y al monasterio se le van cayendo las piedras y la memoria. Urge reforma. El Consell, propietario de la finca y los inmuebles, convocará este mes un concurso público de ideas y dirección de obra para la rehabilitación de los edificios. Los usos previstos: crear un centro de interpretación sobre la repoblación cristiana durante la conquista de Jaume I. Para este concepto, ya hay reservados 60.000 euros. La rehabilitación , de cara a 2010, podría sufragarse con fondos del 1% cultural, si el ministerio de Fomento concede al Consell la ayuda.
El camino actual de llegada al Bien de Interés Cultural es público, algo empinado, pero corto. "El acceso habría que arreglarlo, adaptarlo a minusválidos y a la posible entrada de vehículos hasta la finca", señala el director insular de Cultura, Maties Garcias. El aparcamiento, otro de los problemas. "La solución podría pasar por utilizar el solar vecino y llegar a algún tipo de acuerdo con su propietario. El ayuntamiento de Artà está trabajando en este sentido", añade.
Ya arriba, uno capta la poética de todas esas ruinas. A la derecha, la construcción del monasterio de los premostratenses, con las habitaciones de los monjes, la cocina o el comedor. Estructuras del siglo XIII que deberían consolidarse. Esta orden se instaló en este montículo de Artà con el fin de repoblar un área de la que huyeron o donde murieron muchos musulmanes a manos de las hordas de Jaume I. Claro está que Bellpuig fue el embrión poblacional del minicipio.
Los religiosos provenían de otro monasterio de Cataluña, Bellpuig de les Avellanes, el centro madre. En 1425, esta abadía permutó las tierras del monasterio de Artà por los bienes que Joan Vivot tenía en el pueblo Os de Balaguer. Así fue cómo estas dependencias pasaron a manos privadas y mutaron en casa de campo o possessió. Posteriormente, esta heredad la compró la familia Dameto. Y en 1637 se creó el marquesado de Bellpuig. En 1998 el edificio ya es público: la familia Truyols y Rovira cedió el conjunto al Consell para usos culturales.
El oratorio, reformado en varias ocasiones, necesita la asistencia de un cirujano. Es de planta rectangular y tiene una sola nave. "El techo era de madera y posteriormente se le añadieron las bóvedas", destaca Garcias. En una de las reformas, se derribó el primer piso que se le añadió a la iglesia para transformarla en casa. Una de las puertas originales, la que debían utilizar los monjes para dirigirse al monasterio, continúa tapiada.
El suelo y los alrededores de la ermita han sido excavados con anterioridad, "aunque todavía quedan algunas zonas en las que intervenir". El área de Patrimonio del Consell será la encargada del control arqueológico. "De momento, sé que salieron restos de entierros del siglo XIX, cuando hubo una epidemia de peste en la zona", relata Garcias.
El elemento más significativo conservado del monasterio es la escalera de dos tramos. La zona de los establos, un añadido a la construcción sin apenas valor, se reformará para acondicionar un centro de acogida que contará con recepción, lavabos y sala polivalente. Los plafones y audiovisuales con las explicaciones sobre la finca y su rol se colocarán en el interior de la iglesia.
El director insular aclara que en 2002 ya se intentó que Bellpuig se convirtiera en un centro de interpretación. El concurso de ideas lo ganó el arquitecto Carles Martínez. "La normativa actual ya no permite construir en la zona un nuevo centro de acogida, como contemplaba el proyecto de Martínez. Ahora se necesita uno más realista y adaptado a la legislación y al espacio de los establos", justifica Garcias.