ELENA BALLESTERO. Santa Margalida es, hoy por hoy, el municipio con mayor densidad de bienes patrimoniales de Mallorca y, sin embargo, carece de un catálogo de bienes municipales aprobado que proteja dicho patrimonio de los excesos urbanísticos. Pasados dos años desde que expiró la suspensión de licencias que protegía los bienes catalogados de Santa Margalida, el Ajuntament se ve obligado a autorizar cualquier obra que afecte a los cerca de 90 elementos incluidos en el catálogo municipal aprobado inicialmente en octubre de 2005, a excepción, claro está, de aquellos sobre los que pese un grado de protección específico como son todos los declarados Bien de Interés Cultural.
En enero de 2008, el equipo de gobierno (PP-CPU) aceptó retirar del orden del día del plenario municipal la aprobación provisional del catálogo ante las protestas de la oposición, que denunciaba una rebaja del grado de protección de edificios emblemáticos de la Vila, entre otros, la Escuela Graduada. Lo que en principio se acogía como una buena noticia ha supuesto en la práctica un varapalo a los bienes patrimoniales del municipio pendientes desde entonces de una tramitación que no llega y que los deja completamente desprotegidos a la espera de que el catálogo regrese al plenario.
La vieja Escuela Graduada ha sido sometida a una reforma integral, transformada por el Ajuntament en edificio multifuncional de la mano de los fondos de ayuda a la desestacionalización turística concedidos la legislatura pasada. El complejo está a punto de ser inaugurado oficialmente. Incluye un completo auditorio de nueva construcción adosado al edificio catalogado. La oposición lleva años denunciando que el proyecto incumple la propia normativa municipal, pero en la práctica el catálogo patrimonial aprobado inicialmente en 2005 y que protege la antigua escuela no puede aplicarse así que la obra municipal dispone de todos los permisos. Es solo un ejemplo de los bienes patrimoniales que han quedado desprotegidos desde que en octubre de 2007 expirara la moratoria urbanística de dos años que desde la aprobación inicial del catálogo protegía el patrimonio local.
Actualmente existen en el término municipal cerca de 90 elementos catalogados, muchos de ellos adosados al casco urbano como es el caso de antiguas fábricas o molinos. Santa Margalida es además uno de los municipios de la Isla con más patrimonio arqueológico. Talayots, torres de defensa, cuevas funerarias y emblemáticas posesiones mallorquinas forman parte de su riqueza cultural, algunas de ellas han sido catalogadas por el Consell para garantizar su conservación.