diariodemallorca.es 17-9-2008
En la foto del cartel se ve la antigua cubierta, hoy destruida. Foto: C.G.
CARLOS GARRIDO Algunas noches, por las callejas del barrio antiguo resuenan las voces de los guías que acompañan a grupos de visita nocturna. Suelen colocarse en el cruce de Santa Clara con Sant Alonso para explicar la historia de la señora difunta, el velatorio y el anillo. No revelaremos la trama para no estropearles la visita. Pero, por alguna razón, esa anécdota apócrifa se ha convertido en una de las referencias más usuales cuando se habla del convento.
Sin embargo, ahora mismo suenan otras voces denunciando un atropello más en lo que se refiere a nuestro patrimonio. Y por ahora, sólo han tenido el silencio por respuesta. Se refieren a la desgraciada reconstrucción de la cubierta del convento.
Este elemento arquitectónico ha sido desde siempre una de las referencias del "sky-line" de la ciudad. Ya en otra ocasión nos referimos a la altísima palmera que le hace compañía. Pero sin duda llamaba la atención la forma atípica de la cubierta del viejo edificio. A dos aguas y con tejas, tenía dos vertientes. En su parte central era más pronunciada y formaba una especie de triángulo, para luego extenderse más horizontalmente en la parte más exterior. Esa especie de silueta de "capelleta" no tenía (adviertan que hablamos en pretérito) sólo un interés estético. Respondía a su antigüedad (era del siglo XIII) y a una circunstancia muy curiosa. Los que construyeron la cubierta eran italianos y venían de zonas en donde nieva frecuentemente. De manera que esa mayor inclinación central tenía por objeto evitar que la nieve se acumulase y pudiese dañar el techo.
La nieve no dañó nada en todos estos siglos. Pero la intervención que anuncia pomposamente un cartel del minsiterio de Cultura ha eliminado de raíz esa característica. Se ha sustituido la cubierta por otra de inclinación típica a dos aguas, con tejas nuevas y, lo que es peor, sustentada por una corona de hormigón armado de considerable peso.
Algunos vecinos de la zona ya se alarmaron con el comienzo de las obras. Y han denunciado que "el proyecto de restauración no reúne las condiciones mínimas necesarias para ser aprobado: no tiene una descripción completa de materiales y sistemas constructivos, de una historia material del monumento, no hace descripción de patologías ni establece un diagnóstico serio y completo".
El daño ya está hecho. Los guías ya tienen otra historia de miedo para contar por las noches en Santa Clara.