diariodemallorca 9-9-2008El estudio de Gamundí y Taltavull recoge la necesidad de reponer un centenar de vidrios y calcula un periodo de ejecución de entre cuatro y seis meses
Bartomeu Bennàssar toca las juntas de mortero que se deshacen con el tacto. Foto: S. LLompart
M. ELENA VALLÉS. PALMA. Los arquitectos Sebastià Gamundí y Enric Taltavull ya han rematado el proyecto de reforma integral del rosetón mayor de la Catedral. El aparejador diocesano, Bartomeu Bennàssar, entregará esta semana el estudio de rehabilitación pormenorizado al Col·legi Oficial d´Arquitectes "para que lo revise y le dé carácter oficial".
Tal y como explicó este diario, el proyecto contempla la restauración de un centenar de piezas de vidrio que deben ser reemplazadas. Todo entre cristales totalmente fracturados, algunos resquebrajados y otros que distan en apariencia de los originales, pues se utilizaron en intervenciones anteriores. Como ya explicó Bennàssar, "el rosetón está lleno de parches que provienen de diferentes cristaleros". Además de los cambios de vidrios, se deberán llevar a cabo tareas de limpieza y de sellado y fijación de los mismos. Por la parte de dentro se aplicará pasta de marés y por fuera se asegurarán con silicona neutra. Los nuevos vidrios han sido encargados por el cabildo a la cristalería Fiol de Palma, quien a su vez los encomendó a una fábrica alemana que los manufactura artesanalmente. Como medida de seguridad, se colocará detrás del rosetón, por la parte de fuera, una lámina de protección adhesiva y transparente que no modifique el cromatismo de los cristales para que, en caso de desprendimiento, queden pegados al film y así puedan evitarse accidentes.
Además se repasarán todas las nervaduras de piedra del rosetón y se colocarán unas varillas de fibra de vidrio mezclado con mortero de resina epoxi.
Las tareas de rehabilitación durarían entre cuatro y seis meses y están presupuestadas en aproximadamente 167.000 euros.
Antes de arrancar con las obras y una vez el Col·legi Oficial haya revisado el proyecto, el estudio redactado por Gamundí y Taltavull -que elaboró el Plan Director de la Seu- deberá pasar por ponencia y comisión técnica de Patrimonio del Consell y recibir la licencia de obras por parte del Ayuntamiento. Bennàssar considera que este proceso debería agilizarse, "pues el andamio interior de 46 metros que se armó en la Seu el pasado mes de junio ha costado 16.000 euros y el cabildo debe desembolsar también un alquiler diario", con lo que los costes finales terminarán por engrosarse varios ceros de más.
El rosetón mayor de la Catedral mide entre 11,5 y 13,5 metros de diámetro y tiene casi 100 metros cuadrados de superficie. Lo integran más de 1.200 cristales de colores. Fue construido en 1370 y, posteriormente, le fueron añadidas las vidrieras en el siglo XVI. A lo largo de la historia, el rosetón ha tenido que ser repuesto en varias ocasiones. La última vez fue por la caída de una bomba en la zona durante la época de la Guerra Civil
Bartomeu Bennàssar toca las juntas de mortero que se deshacen con el tacto. Foto: S. LLompart
M. ELENA VALLÉS. PALMA. Los arquitectos Sebastià Gamundí y Enric Taltavull ya han rematado el proyecto de reforma integral del rosetón mayor de la Catedral. El aparejador diocesano, Bartomeu Bennàssar, entregará esta semana el estudio de rehabilitación pormenorizado al Col·legi Oficial d´Arquitectes "para que lo revise y le dé carácter oficial".
Tal y como explicó este diario, el proyecto contempla la restauración de un centenar de piezas de vidrio que deben ser reemplazadas. Todo entre cristales totalmente fracturados, algunos resquebrajados y otros que distan en apariencia de los originales, pues se utilizaron en intervenciones anteriores. Como ya explicó Bennàssar, "el rosetón está lleno de parches que provienen de diferentes cristaleros". Además de los cambios de vidrios, se deberán llevar a cabo tareas de limpieza y de sellado y fijación de los mismos. Por la parte de dentro se aplicará pasta de marés y por fuera se asegurarán con silicona neutra. Los nuevos vidrios han sido encargados por el cabildo a la cristalería Fiol de Palma, quien a su vez los encomendó a una fábrica alemana que los manufactura artesanalmente. Como medida de seguridad, se colocará detrás del rosetón, por la parte de fuera, una lámina de protección adhesiva y transparente que no modifique el cromatismo de los cristales para que, en caso de desprendimiento, queden pegados al film y así puedan evitarse accidentes.
Además se repasarán todas las nervaduras de piedra del rosetón y se colocarán unas varillas de fibra de vidrio mezclado con mortero de resina epoxi.
Las tareas de rehabilitación durarían entre cuatro y seis meses y están presupuestadas en aproximadamente 167.000 euros.
Antes de arrancar con las obras y una vez el Col·legi Oficial haya revisado el proyecto, el estudio redactado por Gamundí y Taltavull -que elaboró el Plan Director de la Seu- deberá pasar por ponencia y comisión técnica de Patrimonio del Consell y recibir la licencia de obras por parte del Ayuntamiento. Bennàssar considera que este proceso debería agilizarse, "pues el andamio interior de 46 metros que se armó en la Seu el pasado mes de junio ha costado 16.000 euros y el cabildo debe desembolsar también un alquiler diario", con lo que los costes finales terminarán por engrosarse varios ceros de más.
El rosetón mayor de la Catedral mide entre 11,5 y 13,5 metros de diámetro y tiene casi 100 metros cuadrados de superficie. Lo integran más de 1.200 cristales de colores. Fue construido en 1370 y, posteriormente, le fueron añadidas las vidrieras en el siglo XVI. A lo largo de la historia, el rosetón ha tenido que ser repuesto en varias ocasiones. La última vez fue por la caída de una bomba en la zona durante la época de la Guerra Civil
Crónica de un desencuentro entre Cort y el Cabildo
M. E. V. PALMA. La polémica arrancó a raíz del desprendimiento el pasado 14 de febrero de varios cristales del rosetón mayor de la Seu. El Cabildo no llegó a acusar directamente a Cort de lo sucedido, pero el deán de la Catedral, Joan Darder, comentó que el día de la celebración del aTiàr Foc -festejo que tuvo lugar el pasado 20 de enero en las inmediaciones de la Seu- los cristales "vibraron" y que estaba claro que los cohetes que se lanzaron aquella noche "no hacían ningún bien" a la fragilidad de un rosetón antiguo.
Técnicos del Consell visitaron días después la Catedral para elaborar un informe al respecto y tratar de dilucidar las causas del desprendimiento. Finalmente, los estudios de la institución insular negaron la existencia de una relación directa de causa y efecto entre el aTiàr Foc, organizado por el departamento del teniente de alcalde Eberhard Grosske, y los desperfectos en los vidrios, a pesar de que la Patrulla Verde registrara que se habían sobrepasado los decibelios recomendados.
A raíz de lo sucedido, el Consell de Mallorca anunció que el departamento de Patrimonio iba a encargar un estudio que tendría como finalidad regular las actividades que se realizaran en las inmediaciones de la Catedral. Este informe técnico todavía no está listo
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