Los arqueólogos hallan parte de la muralla medieval en un cuerpo de guardia y un acceso lateral en una de las torres
Imagen de las excavaciones que se realizan en el Temple. g Fotos: PERE BOTA
ANA LARGOLas excavaciones en las torres del Temple avanzan con la definición total del arco islámico hallado hace unos meses y que marca la zona de acceso a la fortaleza o almudaina de Gumara. La estructura, de un grosor de 1'70 cm, podría alcanzar los cinco metros de altura y, en estos momentos, ya se pueden apreciar los pilares de esta construcción árabe.
Según explicó el arqueólogo Llorenç Vila, el arranque del arco deberá ser reconstruido porque sólo se conservan cuatro de sus dovelas –piedras labradas en forma de cuña para dar forma al arco–, ya que el resto debieron de ser arrasadas.
Además de la reinterpretación de los elementos ya descubiertos, los arqueólogos Llorenç Vila y Noemi Prats, de la empresa Elements, han hallado en las partes inferiores de las torres dos cuerpos de guardia, uno abierto y otro cerrado. En éste último, han descubierto, además, parte de la muralla, lo que «permite conocer sus límites y también las medidas del edificio», comentaron los expertos, quienes apuntaron que en el otro han encontrado una puerta de acceso lateral a la torre.
Los trabajos en el Temple continúan con la excavación del subsuelo para lograr delimitar la profundidad de las torres, mientras, paralelamente, «se están realizando análisis para saber si éstas son del mismo tiempo», comentó Vila, quien puntualizó que «el análisis estratigráfico del edificio permitirá conocer el momento de construcción».
En los últimos meses, los arqueólogos también han encontrado varios ejes de comunicación horizontales, como es el paseo de ronda de época musulmana que unía las dos torres, y verticales, como tres escaleras de caracol.
Ascendiendo las cinco plantas del edificio, se van apreciando parte de tres grandes arcos y detalles de otras construcciones. Casi en la coronación de la fortificación y accediendo a la parte superior de las torres, ahora tapiadas, se aprecian las almenas, unas originales y otras contemporáneas, que «están construidas posteriormente sobre la torre», apuntaron.
Los arqueólogos continuarán trabajando previsiblemente hasta finales de agosto.
ANA LARGOLas excavaciones en las torres del Temple avanzan con la definición total del arco islámico hallado hace unos meses y que marca la zona de acceso a la fortaleza o almudaina de Gumara. La estructura, de un grosor de 1'70 cm, podría alcanzar los cinco metros de altura y, en estos momentos, ya se pueden apreciar los pilares de esta construcción árabe.
Según explicó el arqueólogo Llorenç Vila, el arranque del arco deberá ser reconstruido porque sólo se conservan cuatro de sus dovelas –piedras labradas en forma de cuña para dar forma al arco–, ya que el resto debieron de ser arrasadas.
Además de la reinterpretación de los elementos ya descubiertos, los arqueólogos Llorenç Vila y Noemi Prats, de la empresa Elements, han hallado en las partes inferiores de las torres dos cuerpos de guardia, uno abierto y otro cerrado. En éste último, han descubierto, además, parte de la muralla, lo que «permite conocer sus límites y también las medidas del edificio», comentaron los expertos, quienes apuntaron que en el otro han encontrado una puerta de acceso lateral a la torre.
Los trabajos en el Temple continúan con la excavación del subsuelo para lograr delimitar la profundidad de las torres, mientras, paralelamente, «se están realizando análisis para saber si éstas son del mismo tiempo», comentó Vila, quien puntualizó que «el análisis estratigráfico del edificio permitirá conocer el momento de construcción».
En los últimos meses, los arqueólogos también han encontrado varios ejes de comunicación horizontales, como es el paseo de ronda de época musulmana que unía las dos torres, y verticales, como tres escaleras de caracol.
Ascendiendo las cinco plantas del edificio, se van apreciando parte de tres grandes arcos y detalles de otras construcciones. Casi en la coronación de la fortificación y accediendo a la parte superior de las torres, ahora tapiadas, se aprecian las almenas, unas originales y otras contemporáneas, que «están construidas posteriormente sobre la torre», apuntaron.
Los arqueólogos continuarán trabajando previsiblemente hasta finales de agosto.