diariodemallorca.es 12-8-2009
El deteriorado Bien de Interés Cultural será rehabilitado por el Ayuntamiento de Manacor, que destinará la fortificación del siglo XIV a usos culturales
La Torre del Palau es lo que resta del alcázar gótico que el rey Jaume II mandó construir en Manacor en el siglo XIV. Foto: GuiFoto: Guillem Bosch
M. ELENA VALLÉS. PALMA. La mano del hombre ha intervenido con virulencia en la Torre del Palau de Manacor. Obras y reformas de distintas épocas disfrazan la fisonomía original de esta fortificación del siglo XIV. El Ayuntamiento del municipio, propietario del inmueble, aplicará en breve cirugía reparadora sobre esta construcción declarada Bien de Interés Cultural; todo con la intención de recuperar al máximo la tipología medieval.
El edificio, situado en la encrucijada formada por las calles Bosch y Amargura, y las plazas Weyler y Palau, está muy deteriorado y cerrado al público. "Los usos que le daremos en el futuro", asegura el concejal de Urbanismo, Bernat Amer, "aún no los tenemos claros del todo, pero serán culturales. O será para exposiciones o lo cederemos a alguna asociación".
El proyecto de rehabilitación, firmado por el arquitecto municipal Joan Pascual y la técnica de Patrimonio Magdalena Salas, prevé la eliminación de todos los añadidos que han modificado la imagen que otrora tuvo esta torre de planta cuadrada, única parte que se conserva a día de hoy del antiguo palacio real de Manacor.
En la planta baja del edificio colocarán un suelo de losa de piedra mallorquina envejecida, amén de una rampa exterior que permitirá la accesibilidad al edificio. Por otro lado, se recuperarán los paramentos verticales interiores y la bóveda de marés. El portal de la cara sudoeste será reintegrado en la construcción completando su arco, mientras que la entrada del flanco noroeste se tapiará porque corresponde a una intervención posterior.
Una capa de cal cubrirá el pavimento de la primera altura de la torre de planta cuadrada. En sus entrañas, nace una escalera de caracol de madera que comunica con plantas superiores. En la segunda planta, se recuperará el forjado original, que será de listones de abeto. Otro idéntico sustituirá al que hay ahora en la cubiertas. Las almenas de la terraza que se añadieron en época moderna se derruirán; sólo se conservarán las cuatro de los extremos.
La rehabilitación está presupuestada en 336.000 euros y se ejecutará en cinco meses. El concejal de Urbanismo de Manacor, Bernat Amer, explicó ayer a este diario que para ponerla en marcha han solicitado al Consell una ayuda de las convocadas hace algo más de un mes para restaurar bienes muebles e inmuebles con valor histórico.
En 2008, la arqueóloga Magdalena Salas realizó unas catas en las fachadas para determinar las fases del edificio, y así poder recuperar con este proyecto la silueta de antaño.
El edificio, situado en la encrucijada formada por las calles Bosch y Amargura, y las plazas Weyler y Palau, está muy deteriorado y cerrado al público. "Los usos que le daremos en el futuro", asegura el concejal de Urbanismo, Bernat Amer, "aún no los tenemos claros del todo, pero serán culturales. O será para exposiciones o lo cederemos a alguna asociación".
El proyecto de rehabilitación, firmado por el arquitecto municipal Joan Pascual y la técnica de Patrimonio Magdalena Salas, prevé la eliminación de todos los añadidos que han modificado la imagen que otrora tuvo esta torre de planta cuadrada, única parte que se conserva a día de hoy del antiguo palacio real de Manacor.
En la planta baja del edificio colocarán un suelo de losa de piedra mallorquina envejecida, amén de una rampa exterior que permitirá la accesibilidad al edificio. Por otro lado, se recuperarán los paramentos verticales interiores y la bóveda de marés. El portal de la cara sudoeste será reintegrado en la construcción completando su arco, mientras que la entrada del flanco noroeste se tapiará porque corresponde a una intervención posterior.
Una capa de cal cubrirá el pavimento de la primera altura de la torre de planta cuadrada. En sus entrañas, nace una escalera de caracol de madera que comunica con plantas superiores. En la segunda planta, se recuperará el forjado original, que será de listones de abeto. Otro idéntico sustituirá al que hay ahora en la cubiertas. Las almenas de la terraza que se añadieron en época moderna se derruirán; sólo se conservarán las cuatro de los extremos.
La rehabilitación está presupuestada en 336.000 euros y se ejecutará en cinco meses. El concejal de Urbanismo de Manacor, Bernat Amer, explicó ayer a este diario que para ponerla en marcha han solicitado al Consell una ayuda de las convocadas hace algo más de un mes para restaurar bienes muebles e inmuebles con valor histórico.
En 2008, la arqueóloga Magdalena Salas realizó unas catas en las fachadas para determinar las fases del edificio, y así poder recuperar con este proyecto la silueta de antaño.