El Museu Modernista de Sóller cuenta con catorce lámparas originales que han recuperado su esplendor
ARNAU BUSQUETSEl próximo 24 de agosto Can Prunera será inaugurado como Museu Modernista en Sóller. El edificio-joya, construido en 1911, hermana el arte contemporáneo de los siglos XIX y XX –a través de exposiciones permanentes y temporales– con el modernismo propio del momento en que fue edificado. Catorce lámparas modernistas, originales y acabadas de restaurar, iluminan con su luz y su belleza las estancias principales de este espacio artístico, promovido por la Fundació Tren de l’Art.
La empresa especializada Dorados y Cromados, de Marratxí, ha sido la responsable de acondicionar las catorce piezas, todas ellas fabricadas hace casi cien años. Fueron hechas «a medida y de forma artesanal», explica Diego Varas, gerente de la compañía, y, en la actualidad, se encontraban «deterioradas». El proceso de restauración, en el que han participado doce personas, comenzó hace cuatro meses, y se inició con el desmontaje y limpieza de todos los cristales pendientes, que cuelgan en cada lámpara. Posteriormente, se trataron químicamente los pequeños alambres que unen las piezas.
En cuanto a la parte eléctrica, fue necesario cambiar el cableado y los portabombillas de todas las piezas. La estructura de las lámparas, fabricada con latón o bronce, fue tratada químicamente antes de recuperar su acabado original: matizado, brillante o dorado. Después, un lacado sirvió para fijar el color y el brillo.
Color y grabadosDiego Varas, que ha restaurado la vajilla de plata del Fortuna o piezas del museo de la Seu, reconoce haber «disfrutado mucho con el proceso, ya que no es algo que hagas todos los días». Sólo una de las lámparas, la que remata la escalera helicoidal, es de pie. El resto son colgantes. Todas ellas están repletas de cuidadísimos detalles de color, unos más discretos y otros más visibles, realizados con cristal de roca. El cristal, transparente o matizado, también está decorado con filigranas grabadas.
El mobiliario original, la fusteria, los suelos hidráulicos y las pinturas ornamentales son otros de los elementos modernistas que dan valor artístico a cada rincón de las cuatro plantas de Can Prunera. El museo se podrá visitar gratuitamente entre el 25 y el 30 de agosto.
ARNAU BUSQUETSEl próximo 24 de agosto Can Prunera será inaugurado como Museu Modernista en Sóller. El edificio-joya, construido en 1911, hermana el arte contemporáneo de los siglos XIX y XX –a través de exposiciones permanentes y temporales– con el modernismo propio del momento en que fue edificado. Catorce lámparas modernistas, originales y acabadas de restaurar, iluminan con su luz y su belleza las estancias principales de este espacio artístico, promovido por la Fundació Tren de l’Art.
La empresa especializada Dorados y Cromados, de Marratxí, ha sido la responsable de acondicionar las catorce piezas, todas ellas fabricadas hace casi cien años. Fueron hechas «a medida y de forma artesanal», explica Diego Varas, gerente de la compañía, y, en la actualidad, se encontraban «deterioradas». El proceso de restauración, en el que han participado doce personas, comenzó hace cuatro meses, y se inició con el desmontaje y limpieza de todos los cristales pendientes, que cuelgan en cada lámpara. Posteriormente, se trataron químicamente los pequeños alambres que unen las piezas.
En cuanto a la parte eléctrica, fue necesario cambiar el cableado y los portabombillas de todas las piezas. La estructura de las lámparas, fabricada con latón o bronce, fue tratada químicamente antes de recuperar su acabado original: matizado, brillante o dorado. Después, un lacado sirvió para fijar el color y el brillo.
Color y grabadosDiego Varas, que ha restaurado la vajilla de plata del Fortuna o piezas del museo de la Seu, reconoce haber «disfrutado mucho con el proceso, ya que no es algo que hagas todos los días». Sólo una de las lámparas, la que remata la escalera helicoidal, es de pie. El resto son colgantes. Todas ellas están repletas de cuidadísimos detalles de color, unos más discretos y otros más visibles, realizados con cristal de roca. El cristal, transparente o matizado, también está decorado con filigranas grabadas.
El mobiliario original, la fusteria, los suelos hidráulicos y las pinturas ornamentales son otros de los elementos modernistas que dan valor artístico a cada rincón de las cuatro plantas de Can Prunera. El museo se podrá visitar gratuitamente entre el 25 y el 30 de agosto.