Los ganadores de las seis categorías en la foto de grupo con la alcaldesa de Palma y la regidora de Cultura, Nanda Ramon Jordi Avellà
Los discursos reivindicaron el papel de la cultura en la economía y la sociedad
Joan Comasòlivas ganó en la categoría de Novela y Pere Perelló en Poesía
Laura Jurado . La cultura no es un lujo. Ni un ornamento ni un añadido. Tal vez ni siquiera el lugar en el que evadirse. La cultura se escribe con las mismas letras que la economía y la política. De la primera, toma el sustento y las embestidas de las crisis. De la segunda, los vaivenes cambiantes y las iniciativas pioneras. Si los profesionales de la música se manifiestan al grito de "Cultura es empleo", los Premios Ciutat de Palma no podían ser menos. Anoche su 54ª edición estuvo teñida por la reivindicación de la cultura como agente indispensable en la sociedad.
Desfile de caras conocidas en el Teatre Principal. Vestidos de domingo –hay quien pareció adelantar el modelo para los Goya– para celebrar la gran noche de la cultura. Una velada con seis galardones repartidos a partes iguales entre catalanes y baleares y sólo una mujer. El pánico escénico o la timidez –quizá una suma de ambos– abrevió los agradecimientos hasta la mínima expresión y convirtió la gala en un buffet de premios.
Bienvenidas y más agradecimientos. En la platea se reúnen artistas como Ñaco Fabré o Esther Ferrer, cineastas como Luis Ortas y comisarios de arte como Neus Cortés. Los cargos políticos, como siempre, también abundan. Desde el conseller de Salud, Vicenç Thomàs, hasta la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar pasando por el conseller insular de Cultura y Patrimonio, Joan Font; el director general de Cultura, Pere Joan Martorell; o el líder del Bloc, Biel Barceló. La regidora de Cultura del Ayuntamiento de Palma, Nanda Ramon, y la alcaldesa, Aina Calvo, ocupan los primeros puestos dispuestas a subir al escenario. "La cultura no es un ornamento, sino un instrumento eficaz para generar cohesión social e igualdad de oportunidades. Nos protege del imperio del consumismo y de la supremacía del lucro personal", afirma Ramon desde el atril. Quien pensara que en tiempos revueltos y de crisis lo mejor era meter la tijera cultural, está muy equivocado.
Para demostrar que predican con el ejemplo, lo primero es repasar los méritos culturales y patrimoniales del año. Entre ellos, la declaración de Palma como Ciudad Refugio y la constitución del Consejo Municipal de la Cultura. Para el 2010, aún quedan buenos propósitos por cumplir con "la revisión del Catálogo de Bienes Patrimoniales de Palma como un objetivo importante".
Comienza la entrega. Marc Riba y Anna Solanas son los primeros en subir a un escenario austero a la par que elegante. Recogen el premio de Animación Independiente –dotado con 12.000 euros– en nombre de su cortometraje Cabaret Kadne. "Este galardón no sólo es un placer y una alegría muy grande sino también un impulso para seguir trabajando en lo que nos gusta", afirma Riba.
El acabado del portal de la iglesia de los Sagrados Corazones –financiado por el Grupo Barceló y promovido por ARCA– con Elías Torres a la cabeza del proyecto, mereció el premio Guillem Sagrera de Arquitectura. Torres agradeció el galardón a todo su equipo que trabajó "en una obra tan pequeña en la que en lugar de añadir cosas, prácticamente las hemos quitado", explicó.
El menorquín José Ángel Sintes se hizo con el premio Antoni Gelabert de Artes Visuales por la propuesta, Sin título en la que incluyó cuatro de sus obras más recientes.
En último lugar, la literatura tomó el escenario. El premio Camilo José Cela de Crítica Literaria –dotado con 12.000 euros– fue para Jaume Medina y su análisis de la influencia de Rilke en los autores catalanes en El crepuscle de la poesia. El autor agradeció el galardón al jurado, al editor Lleonard Muntaner y a Palma, "una ciudad que llevo en el corazón porque he vivido aquí un año".
Desde México el mallorquín Pere Perelló enviaba sus palabras de agradecimiento tras recibir el Joan Alcover de Poesía por Poltre(s). Su padre, Santiago Perelló, fue el encargado de retransmitir un mensaje en recuerdo de Maties Tugores. "Como extranjero que soy en otro país, México, no tenemos que olvidar que todos somos extranjeros y que nuestro espíritu se cruza con el de los otros", añadió.
Aún "obnubilado", el catalán Joan Comasòlivas, director del Archivo Histórico de Sabadell, recogió el galardón Llorenç Villalonga de Novela. Un premio dotado con 24.000 que reconocía su primera incursión en la narrativa de ficción después de años de !literatura técnica".
"El sector cultural tiene una dinámica propia, importante tanto por sus valores simbólicos y tangibles como por su peso en la economía y los puestos de trabajo que crea", reconocía la alcaldesa desde el escenario. Su Plan E de la cultura en 2009 añadió a la lista el éxito de Es Baluard, las nuevas bibliotecas municipales y el 25º aniversario de la Adoració dels Reis. Las estadísticas del Ministerio de Cultura que sitúan a Baleares a la cola de las autonomías en el índice de lectura es sólo un obstáculo a abatir.
Los discursos reivindicaron el papel de la cultura en la economía y la sociedad
Joan Comasòlivas ganó en la categoría de Novela y Pere Perelló en Poesía
Laura Jurado . La cultura no es un lujo. Ni un ornamento ni un añadido. Tal vez ni siquiera el lugar en el que evadirse. La cultura se escribe con las mismas letras que la economía y la política. De la primera, toma el sustento y las embestidas de las crisis. De la segunda, los vaivenes cambiantes y las iniciativas pioneras. Si los profesionales de la música se manifiestan al grito de "Cultura es empleo", los Premios Ciutat de Palma no podían ser menos. Anoche su 54ª edición estuvo teñida por la reivindicación de la cultura como agente indispensable en la sociedad.
Desfile de caras conocidas en el Teatre Principal. Vestidos de domingo –hay quien pareció adelantar el modelo para los Goya– para celebrar la gran noche de la cultura. Una velada con seis galardones repartidos a partes iguales entre catalanes y baleares y sólo una mujer. El pánico escénico o la timidez –quizá una suma de ambos– abrevió los agradecimientos hasta la mínima expresión y convirtió la gala en un buffet de premios.
Bienvenidas y más agradecimientos. En la platea se reúnen artistas como Ñaco Fabré o Esther Ferrer, cineastas como Luis Ortas y comisarios de arte como Neus Cortés. Los cargos políticos, como siempre, también abundan. Desde el conseller de Salud, Vicenç Thomàs, hasta la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar pasando por el conseller insular de Cultura y Patrimonio, Joan Font; el director general de Cultura, Pere Joan Martorell; o el líder del Bloc, Biel Barceló. La regidora de Cultura del Ayuntamiento de Palma, Nanda Ramon, y la alcaldesa, Aina Calvo, ocupan los primeros puestos dispuestas a subir al escenario. "La cultura no es un ornamento, sino un instrumento eficaz para generar cohesión social e igualdad de oportunidades. Nos protege del imperio del consumismo y de la supremacía del lucro personal", afirma Ramon desde el atril. Quien pensara que en tiempos revueltos y de crisis lo mejor era meter la tijera cultural, está muy equivocado.
Para demostrar que predican con el ejemplo, lo primero es repasar los méritos culturales y patrimoniales del año. Entre ellos, la declaración de Palma como Ciudad Refugio y la constitución del Consejo Municipal de la Cultura. Para el 2010, aún quedan buenos propósitos por cumplir con "la revisión del Catálogo de Bienes Patrimoniales de Palma como un objetivo importante".
Comienza la entrega. Marc Riba y Anna Solanas son los primeros en subir a un escenario austero a la par que elegante. Recogen el premio de Animación Independiente –dotado con 12.000 euros– en nombre de su cortometraje Cabaret Kadne. "Este galardón no sólo es un placer y una alegría muy grande sino también un impulso para seguir trabajando en lo que nos gusta", afirma Riba.
El acabado del portal de la iglesia de los Sagrados Corazones –financiado por el Grupo Barceló y promovido por ARCA– con Elías Torres a la cabeza del proyecto, mereció el premio Guillem Sagrera de Arquitectura. Torres agradeció el galardón a todo su equipo que trabajó "en una obra tan pequeña en la que en lugar de añadir cosas, prácticamente las hemos quitado", explicó.
El menorquín José Ángel Sintes se hizo con el premio Antoni Gelabert de Artes Visuales por la propuesta, Sin título en la que incluyó cuatro de sus obras más recientes.
En último lugar, la literatura tomó el escenario. El premio Camilo José Cela de Crítica Literaria –dotado con 12.000 euros– fue para Jaume Medina y su análisis de la influencia de Rilke en los autores catalanes en El crepuscle de la poesia. El autor agradeció el galardón al jurado, al editor Lleonard Muntaner y a Palma, "una ciudad que llevo en el corazón porque he vivido aquí un año".
Desde México el mallorquín Pere Perelló enviaba sus palabras de agradecimiento tras recibir el Joan Alcover de Poesía por Poltre(s). Su padre, Santiago Perelló, fue el encargado de retransmitir un mensaje en recuerdo de Maties Tugores. "Como extranjero que soy en otro país, México, no tenemos que olvidar que todos somos extranjeros y que nuestro espíritu se cruza con el de los otros", añadió.
Aún "obnubilado", el catalán Joan Comasòlivas, director del Archivo Histórico de Sabadell, recogió el galardón Llorenç Villalonga de Novela. Un premio dotado con 24.000 que reconocía su primera incursión en la narrativa de ficción después de años de !literatura técnica".
"El sector cultural tiene una dinámica propia, importante tanto por sus valores simbólicos y tangibles como por su peso en la economía y los puestos de trabajo que crea", reconocía la alcaldesa desde el escenario. Su Plan E de la cultura en 2009 añadió a la lista el éxito de Es Baluard, las nuevas bibliotecas municipales y el 25º aniversario de la Adoració dels Reis. Las estadísticas del Ministerio de Cultura que sitúan a Baleares a la cola de las autonomías en el índice de lectura es sólo un obstáculo a abatir.