diariodemallorca.es 29-1-2009
MIGUEL VICENS En pleno debate sobre el palacio de congresos y su ubicación más idónea en Palma, se le preguntó a Rafael Moneo por la cuestión. Y el alumno aventajado de Sáez de Oiza y maestro de arquitectos no lo dudó. Descartó por completo levantar el nuevo edificio en la primera línea marítima y apostó por el entorno del Estadi Balear, una zona que el nuevo edificio emblemático podría revitalizar y salvar de su perenne estado de degradación, abandono que, según explicó, no sólo afecta a los que viven allí, sino también a la imagen de uno de los accesos principales del casco urbano. Moneo argumentó en aquel entonces que en la bahía de Palma intentar rivalizar con la Seu con otra gran construcción sería un monumental error para la ciudad. Pero con el nuevo palacio de congresos en esas estamos, perseverando en esa equivocación, al menos hasta que no se demuestre lo contrario, y saludando al visitante recién llegado con un enorme embudo de distintas construcciones que no le permiten descubrir la Seu hasta llegar al Parc de la Mar. Sin embargo, una cosa es la teoría y el discurso y otra muy distinta la práctica. Por eso, para ser justos hay que añadir que Rafael Moneo se presentó al concurso para construir el palacio de congresos en la fachada marítima y que no fue su proyecto el escogido, sino el de Patxi Mangado. Aunque esa ya es una historia conocida.