diariodemallorca.es 17-1-2010
Pere Ollers. Presidente de la asociación proteccionista ARCA
"No contemplamos el derribo de un conjunto escultórico con un valor patrimonial en sí mismo"
Pere Ollers. Foto: Miquel Massuti
M. G. DOARTE. PALMA. "Preservar el patrimonio cultural es uno de los fines de ARCA, y nadie entendería que no participáramos en este debate. Después de lo de la Porta de Santa Catalina surgió en la opinión pública la necesidad del debate sobre el monumento de sa Feixina", asegura el presidente de la asociación conservacionista ARCA.
–¿Por qué hay que dejarlo en pie?
–En materia de patrimonio cultural, que es en el campo donde nos movemos, el punto de partida es si hay motivos para suprimir el conjunto escultórico de sa Feixina. En una ciudad no se plantea la supresión de un monumento con años de historia si no hay motivos muy graves para ello. Sa Feixina y su conjunto forma parte del paisaje urbano y de la historia de la ciudad, artísticamente representa una época. Forma parte del patrimonio cultural de Palma.
–¿Por qué decidieron impulsar un movimiento de concienciación ciudadana para conservarlo?
–No hemos liderado nada en especial, sino que hemos opinado fundadamente cuando ha sido necesario, y muchas entidades y personas han asumido nuestra postura por sus argumentos sin prejuicios de ninguna clase.
–¿El patrimonio tiene ideología?–La mayoría de obras de arte y de edificios o construcciones con un valor cultural indiscutible no pasarían un test ideológico bajo los criterios de hoy. Cuántos edificios medievales o de los siglos pasados nos pueden recordar –al menos remotamente– la tortura, la explotación laboral, el poder absoluto de algunas personas o clases, o la guerra. Manteniendo esos bienes culturales no estamos exaltando ni la inquisición, ni la explotación, ni el absolutismo.
–Si se derribara, ¿habría que construir algo en su sitio?
–No trabajamos con una hipótesis que conceptuamos ilógica y hasta ilegal. En ARCA siempre hemos reiterado que construir hoy algún monumento que deje testimonio de la historia de las víctimas del franquismo y de los lugares históricos básicos merece todo nuestro apoyo. Sería una buena ocasión para acrecentar el patrimonio cultural y también para dejar una huella en la ciudad de la llamada Ley de Memoria Histórica.
–¿Qué opina del estudio solicitado por Cort a expertos de la UIB para decidir si lo derriba o no?
–Me parece que se trata, al menos, de dos informes: uno en el ámbito jurídico y otro en el ámbito histórico. Creo que ambos pueden ofrecer más argumentos fundados para el debate que estamos teniendo.
–¿Exagera la presidenta de la asociación vecinal de Sant Jaume cuando dice que "derribar sa Feixina sería como derribar el Bellver"?
–Es una forma de decir las cosas, de llamar la atención sobre aspectos centrales del debate de hoy. Pero en el patrimonio cultural pasa a menudo que hay que defender lo ´pequeño´ porque al lado de las grandes obras tiene valor. Lo cierto, finalmente, es que el monumento de sa Feixina tiene valores culturales, históricos y paisajísticos que merecen su conservación.
–¿Incumplirá Cort la Ley Estatal de Memoria Histórica si no derriba el monumento?
–No. La Ley prevé que se eliminen de la contemplación pública determinados elementos cuando haya exaltación de la dictadura. Difícilmente puede decirse que en sa Feixina se exalte el franquismo.