diariodemallorca.es 10-7-2008
Jóvenes carpinteros están ultimando la rehabilitación de las casas para su utilización docente
BIEL GOMILA. MONTUÏRI. El poblado talayótico de Son Fornés contará a partir del próximo otoño con un nuevo edificio multidisciplinar, cuyas dependencias acogerán las actividades didácticas de arqueología que se impartan a los estudiantes de primaria y secundaria de Mallorca. Un grupo de siete jóvenes con edades comprendidas entre 16 y 20 años, de Montuïri y Lloret están llevando a cabo las obras de carpintería. Pertenecen a la "Escola Taller de Fusteria i Rehabilitació Son Fornés", iniciada en noviembre de 2006 y que finalizará el próximo mes de noviembre.
A lo largo de estos meses, se han ido reformando ya parte de las casas de la antigua possessió de Son Fornés, especialmente la vaquería y el pajar, gracias a un proyecto de albañilería del SOIB y la financiación llegada de fondos de la Unión Europea y en el que trabajaron durante nueve meses -desde octubre al pasado junio- cuatro obreros en situación de paro. Los siete alumnos del taller están ultimando los marcos, ventanas y puertas, además de restaurar los elementos de madera de las antiguas casas del predio, tras un lapso de inactividad.
A los fondos llegados de Europa, que suponen un porcentaje del 75%, hay que añadirles los aportados por el Ayuntamiento de Montuïri -como entidad promotora-, que son del 25%; todo impulsado por el propio Museu Arqueològic de Son Fornés. Una treintena de alumnos han pasado por el taller en sus dos años de vida.
Asistencia profesional
El organigrama docente está formado por un maestro carpintero, una pedagoga y el director Marc Ferrer, uno de los arqueólogos que trabajan en el museo del yacimiento. La actividad diaria de los jóvenes abarca ocho horas, seis destinadas a la parte práctica, correspondiente al oficio de carpintero, y dos dedicadas a contenidos de educación secundaria obligatoria impartidos por Eva Bohigas. Cada alumno-aprendiz recibe una dotación económica mensual de 500 euros, lo que corresponde actualmente al 75% del salario mínimo interprofesional.
El director del programa, Marc Ferrer, afirma que estas labores ayudan a los jóvenes a sentirse motivados y a gozar de un contrato de formación. Cuenta que "la idea surgió en un primer instante con el objetivo de recuperar las antiguas casas de Son Fornés", proyecto que ha cumplido su fase inicial, pero que necesita de una continuación puesto que "todavía hay mucho por hacer, como por ejemplo reforzar sobre todo la parte referente a las estructuras de los edificios".
El arqueólogo subraya que "vale la pena recuperar este patrimonio arquitectónico mallorquín y, de paso, beneficiar de forma directa al yacimiento, a futuros aprendices interesados en la materia y así ofrecer mejores servicios a los estudiantes que nos visiten en los próximos años".
Natxo Gual, el maestro encargado de los alumnos de carpintería, explica que durante los primeros meses se ha querido marcar un período de formación inicial con el fin de familiarizar a los chicos con la madera: "He querido enseñarles lo más básico de la labor artesanal". Al tiempo que resalta que "aunque la carpintería haya evolucionado muchísimo durante los últimos lustros, deben conocer los fundamentos del oficio, desde lo más sencillo hasta lo más complejo; nuestros objetivos pretenden una formación profesional, el que sean autosuficientes y potenciar la autoestima".