diariodemallorca.es 14-7-2008
El consell afirma que las paredes en mal estado son de propiedad privada
El desuso de la carretera de montaña ha provocado que los elementos paisajísticos del entorno se degraden progresivamente
Tres tramos de pared seca muy próximos entre ellos se han derrumbado. Foto: J. Frau.
J. FRAU. INCA. El entorno de la carretera del Coll de Sóller está pagando el paso del tiempo y el desuso, que provocan el progresivo deterioro de las características paredes de marge que conforman el paisaje de esta carretera serpenteante. La vía que antes del año 1997, fecha de la inauguración del túnel, era la única arteria directa de contacto entre Palma y Sóller, se ha convertido ahora en una ruta de segunda línea que utilizan principalmente los ciclistas y los vehículos de alquiler conducidos por turistas, sin contar las personas que residen en la zona.
En la actualidad, numerosos tramos de los marges que delimitan la carretera del Coll de Sóller presentan un grave estado de degradación. En algunos puntos, las piedras que se han desprendido de la pared invaden el pequeño arcén de la carretera y penetran de forma peligrosa en la calzada. Las intensas lluvias del pasado mes de mayo han empeorado todavía más la situación y todo apunta a que el deterioro de los marges irá a más si no se realiza una intervención urgente.
Lógicamente, la inauguración en 1997 del túnel de Sóller, la infraestructura viaria más ambiciosa realizada hasta la fecha en Mallorca, implicó que la emblemática carretera del Coll de Sóller fuera pasando con el tiempo a un segundo plano, y más desde que los residentes en Sóller, Fornalutx y Escorca disfrutan de subvenciones públicas para usar el túnel. Los más de 6.000 vehículos diarios que utilizan el túnel han dejado de pasar obligatoriamente por el Coll. El desuso de esta vía ha provocado una evidente dejadez en el entorno de la carretera y parece ser que ya no interesa demasiado a la Administración cuidar los elementos etnográficos propios de la Serra de Tramuntana que enriquecen el paisaje, entre los que figuran los muros de paret seca tan característicos de la montaña mallorquina.
´Marges´ de propiedad privada
La institución competente sobre las carreteras de la isla, entre las que figura el Coll de Sóller, es el Consell de Mallorca. Sin embargo, las paredes de marge que figuran en el entorno de esta vía son de propiedad privada, por lo que la institución insular "no puede hacer nada" para tratar de evitar su deterioro progresivo.
El vicepresidente y conseller ejecutivo de Obras Públicas del Consell de Mallorca, Antoni Pascual (UM), afirma que "las paredes que se han caído están situadas en fincas privadas, por lo que la reforma compete a los propietarios". En cualquier caso, Pascual aseguró que la institución insular tratará de influir sobre los dueños para evitar que el deterioro vaya a más. Sin embargo, avisa de que "los propietarios no tienen ninguna obligación de arreglar las paredes, siempre y cuando las roturas no afecten a la carretera". El Consell sí se encarga de retirar de la calzada las piedras que se desprenden de las paredes.
Al ser informado por este diario de los numerosos marges que se han desprendido, Pascual envió a los técnicos del Consell para comprobar si alguna de las paredes en mal estado afectaba directamente a la carretera, una posibilidad que quedó descartada, por lo que no existe peligro de un posible desprendimiento de la calzada. Pascual entiende que el deterioro de las paredes es una cuestión que afecta más al terreno de la estética de la carretera que al de la seguridad del tráfico.