diariodemallorca.es 22-11-2008
Las obras de rehabilitación de la fachada, muros, pináculos y cubiertas que miran a la plaza de la Almoina y al Palau Episcopal estarán listas a finales de 2009. El coste: 1,9 millones de euros
Algunos pináculos de la zona más elevada de la Seu están deteriorados. Fotos: Lorenzo
M. ELENA VALLÉS. PALMA. El pasadizo, las galerías para acceder a las cubiertas de la Catedral: unas escaleras íntimas y casi secretas que atraviesan las entrañas pétreas del inexpugnable edificio. Antes, un chequeo al ojo de vidrio de la Seu, su rosetón, que sufrió un desprendimiento de varios cristales el pasado 14 de febrero. "El miércoles comenzaron las tareas de limpieza de la vidriera. Se está aspirando la cantidad titánica de polvo acumulada a lo largo de todos estos años. Calculo que en quince días se empezarán a restituir los primeros cristales", relata el aparejador diocesano Bartomeu Bennàssar.
Encajados ya los cascos de seguridad para visitar la obra, el responsable de la rehabilitación de la empresa Conservación de Patrimonio Artístico (CPA), Nicolás Gallego, apunta con el índice hacia la zona de trabajo. Explica que en agosto comenzaron a laborar en el fondo de la cubierta que mira a la fachada de la plaza de la Almoina y al claustro, que será rehabilitada por completo -hasta los muros que dan a la calle-, así como la fachada del presbiterio que mira hacia el Palau Episcopal. Las tareas comienzan por el tejado, pues la rehabilitación en esta zona no se limita tan sólo a una limpieza y saneamiento de la piedra de marés, sino que incluso se ha montado en lo alto de la Seu un mini taller de cantería, donde Rubén Llanos, de la empresa burgalesa CPA, se dedica a reproducir algunas piezas geométricas y repetidas que se desprendían de los muros y los pináculos al recibir el tacto de los dedos. Y Llanos está que dale al cincel. Técnica tradicional por encima de todo. Otros seis hombres trabajan en un radio de cien metros. Alguno de ellos está encaramado a un andamio. Casi tocando el cielo, limpia un pináculo de la Catedral -en concreto hay ocho en la zona-, uno de aquellos que miran al flanco más alejado del mar de la Seu.
Dos arcos arbotantes, dos pináculos, así como parte del muro de la nave central ya han sido rehabilitados. El equipo de trabajo ha sometido la piedra a una limpieza mediante proyección a chorro de partículas de microcera de vidrio. Antes de este proceso, es necesario haber aplicado un biocida al marés para liquidar los líquenes y la vegetación que crece en la superficie.
Otro cometido en el que se está aplicando la empresa burgalesa es el de colocar un canal interior de plomo en los arbotantes para evitar que el agua se filtre en la piedra de marés y la destruya. Hasta el momento, el conducto o desagüe que detentaban estos contrafuertes era del mismo material de la piedra, por lo que las filtraciones de agua eran habituales.
Después de retirar la vegetación que ha ido creciendo en la superficie de los muros, éstos de consolidarán e hidrofugarán. Todavía quedan seis arbotantes,el mismo número de pináculos y bastantes paredes que restaurar. Gallego especifica que toda la reforma finalizará el mes de diciembre de 2009, con lo que la Catedral presumirá restaurada, sin parecer nueva, pues las rehabilitaciones de este tipo de edificios demandan conservar el carácter que ha impreso el tiempo en sus fachadas.
Bennàssar reiteró la fecha de finalización aportada por Gallego, pues la subvención que reciben del Govern para terminar la obra establece como condición que ésta esté finalizada en 2010.
La rehabilitación está presupuestada en una cifra que asciende a 1,9 millones de euros. El 60% del coste lo subvenciona el Govern. El resto lo asume la diócesis de Mallorca.
La empresa Conservación de Patrimonio Artístico, que ha restaurado más de veinte catedrales españolas, fue la misma que llevó a cabo los trabajos de reforma de las Torres y la fachada principal de la Seu en el año 2002.
En cuanto al trabajo del rosetón, que arrancará realmente en varias semanas, Bennàssar señala que seguramente no finalizarán hasta Pascua o pasadas estas fiestas. El personal que llevará a cabo la labor de reposición de los vidrios lo formará personal propio de la diócesis y algún vidriero especialista de la cristalería Fiol, empresa a la que la Seu ha encargado los cristales, que son de la firma Val-Saint Lambert y que provienen directamente de una fábrica alemana.
La Catedral sigue a pie de obra.