10 de juliol 2009
La asociación nombró socio de honor a Vicenç Sastre durante una multitudinaria celebración que contó con la asistencia de las principales autoridades
diariodemallorca.es 10-7-2009
La asociación nombró socio de honor a Vicenç Sastre durante una multitudinaria celebración que contó con la asistencia de las principales autoridades culturales de la isla
M. ELENA VALLÉS. PALMA. Pocas fiestas empiezan con manifiestos. La celebración que la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) preparó anoche arrancó con un fraternal: "Nos entendemos por amor a nuestra tierra y cultura". El texto, parte de él extraído del Llibre d´Amic e Amat de Ramon Llull, lo leyó Pere Morey, presidente de la Associació d´Amics del Museu de Mallorca, con el fin de recordar una vez más como cada verano el espíritu de la asociación: preservar el patrimonio.
A los ritmos caribeños de Tumbaito.com se fueron acercando la consellera de Cultura, Bàrbara Galmés; su homóloga en el Consell, Joana Lluïsa Mascaró; el conseller de Obras Públicas, Jaume Carbonero; el director insular de Patrimonio, Biel Cerdà; el de Cultura, Maties Garcias; y el portavoz del Bloc, Biel Barceló. En el otro flanco del patio, estaban la ex alcaldesa, Catalina Cirer; el presidente del Grup d´Estudis de Fortificacions Balears, Àngel Aparicio; los artistas Teresa Matas y Pere Vidal o el historiador Gaspar Valero.
Carlos Garrido fue el siguiente en hablarle al micro y a los muchos asistentes que se congregaron en Can Weyler. El articulista de este diario se encargó de presentar al homenajeado de la noche, Vicenç Sastre, alguien que comenzó casi como activista en el mundo del patrimonio para después profesionalizarse. Encomiables palabras las de Garrido: "Es difícil hablar bien de alguien en esta tierra. Vicenç es una excepción. Cuando preparábamos juntos la Guía Arqueológica de Mallorca con Aramburu soñábamos con talayots", recuerda. El periodista y escritor calificó a Sastre de "buen profesional" y con una enorme capacidad de empatía. Y lo erigió como uno de los transmisores de conocimientos patrimoniales "que jamás usa tópicos gastados" y que utiliza un punto de vista moderno y riguroso en la divulgación del patrimonio.
Trofeo y diploma en mano, Sastre agradeció el homenaje y cambió los laureles por un copa de champán para brindar por el patrimonio junto a Galmés, el secretario de ARCA, Joan Pascual; su presidente, Pere Ollers, y el presidente de la Associació d´Amics del Patrimoni, Joan Guaita.
Sastre, que se encontró ayer con su primer compañero en estos lares del patrimonio, Jaume Llabrés, rememoró sus comienzos: "Hacía crónicas y articulos sobre historia y el casco antiguo en un periódico local. Tenía 23 ó 24 años". Vocación y reivindicación fueron su empuje en los albores de su carrera, en la que ha visto "los desastres" que se han perpetrado en la isla. "Hay un largo camino cultural que recorrer porque no se reconocen los valores de la cultura. Hay miseria cultural", exclamó. "Da vergüenza ver cómo están los cascos antiguos de Inca y Manacor. Aún queda mucho por hacer en los castillos. Y la mayoría de monumentos prehistóricos no se pueden visitar", sentenció.
Dibujos con plumilla de talayots, navetas, torres y demás elementos arquitectónicos decoraban una pared del clautro de Can Weyler. Todos ellos de Sastre. Amén de un abanico colorado, a los asistentes de la fiesta se les regaló una ilustración del homenajeado que representa el talayot de Son Olesa, sito en Valldemossa.