diariodemallorca.es 4-7-2009
La alcaldesa firmó ayer por la mañana el decreto en aplicación de la Ley de la Memoria Histórica
JOSEP CAPÓ. PALMA. La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, ha adoptado una decisión salomónica en relación al monumento fascista de la Porta de Santa Catalina. En aplicación de la Ley de la Memoria Histórica ha decidido retirar el monolito, que homenajea a los denominados Jinetes de Alcalá, aunque mantiene la fuente, a petición de la asociación de vecinos del Puig de Sant Pere.
La máxima autoridad municipal firmó ayer el decreto de traslado, después de que el pasado 3 de junio la asociación vecinal solicitara la retirada del monumento fascista. También lo hizo la Asociación Memoria Histórica de Mallorca, cuyo representante, Pep Delgado, manifestaba ayer su satisfacción por la decisión municipal. Para Delgado, "el equipo de gobierno es coherente con lo que representa y con la mayoría de personas que les votaron". En relación al mantenimiento de la fuente, Delgado manifestó que "lo importante es que se quite el monolito y que se haga con constancia gráfica y escrita".
A las doce de la mañana de ayer un grupo de operarios de la empresa que está ejecutando la remodelación de la plaza, junto a empleados de las brigadas municipales, procedieron a desmontar el obelisco. Lo hicieron por tramos de arriba hacia abajo, puesto que, tal como anunció la concejala de Cultura, Nanda Ramón, y el responsable de Infraestructuras, Francisco Donate, las piezas se trasladaran al almacén de Son Reus para su custodia.
Se prevé que la base del monumento se destruya, ya que su desmontaje por piezas sería más complejo. En principio se mantendrá el recinto de la fuente, a la espera de que el arquitecto de la remodelación, Federico Climent, haga propuestas para su adecuación. Lo más probable es que se mantenga el estanque como un espejo de agua.
El decreto firmado ayer está avalado por un informe del cronista municipal de la ciudad, Bartomeu Bestard, en el que se pone de manifiesto que el monumento se erigió no sólo en memoria de los militares golpistas –los jinetes de Alcalá– sino también de "todos los que tan heroicamente lucharon y consiguieron salvar esta isla del dominio rojo". Dos informes más de la arqueóloga municipal corroboran también que el conjunto carece de relevancia artística, arquitectónica o artístico religiosas.