Aspecto que presenta el reloj de sol del convento de las Teresas, en el
centro de la Rambla. Foto: Lorenzo
CUART. PALMA. Estaba tan erosionado que hizo falta un día de lluvia para poder distinguir sus trazos. Fue durante un proceso de intervención en los exteriores y el claustro del convento de Santa Teresa de Jesús, en el corazón de la Rambla de Palma, cuando se descubrió que uno de sus paramentos exteriores escondía un reloj de sol de entre los siglos XVII y XVIII, contemporáneos a la fachada, según explicó Miguel Ángel García Arrando, de la comisión de relojes de sol de ARCA, quien ha ofrecido asesoramiento técnico a la restauración.
La conservación de este reloj de tipo vertical, de unos 2 metros por 1,40 y declinado once grados al este, que ayer marcaba mediodía hacia las 12:25 horas –"ésa es la hora verdadera", aseguraba García Arrando–, era muy deficiente. Se había perdido la aguja y la policromía que marcaba los números y las líneas horarias tuvo que recuperarse con luz ultravioleta, eficiente gracias a la presencia de hierro en los pigmentos, presente aún en la pared de marés.
En tanto que el cenobio fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de monumento en 2007, fue necesario que la comisión insular de Patrimonio aprobara el proyecto de recuperación, coincidente con unas obras dirigidas por los arquitectos Carlos Clemente y Carme Julià y el aparejador Guillem Julià.
La dirección insular de Patrimonio ofreció asesoramiento técnico en un proyecto de restauración ejecutado por Iván Larrea y que supone un "pequeño paso" en una línea de colaboración para la restauración de estos relojes. La asistencia, "precipitada" en este caso, en el que se aprovechó que el andamiaje estaba ya instalado, supone, según aseguró el director insular de Patrimonio, Biel Cerdà, la apertura de "una nueva etapa", coincidente con la designación del nuevo conseller insular de Cultura, que aún debe tomar posesión del cargo.
"Estamos ultimando un convenio de colaboración para seguir restaurando relojes de sol, que son parte del patrimonio científico, técnico y cultural; instrumentos y obras de arte", en palabras de García Arrando, autor del Catàleg de rellotges de sol de Mallorca, que computa unos 900,mientras que Cerdà avanzó que serán los mecanismos de medición del tiempo en peor estado de conservación los que preponderen en la intervención conjunta entre el Consell y ARCA. "Además, nuestra comisión asesora desinteresadamente a todos los que se propongan una restauración", abundó el especialista en gnomótica.
La conservación de este reloj de tipo vertical, de unos 2 metros por 1,40 y declinado once grados al este, que ayer marcaba mediodía hacia las 12:25 horas –"ésa es la hora verdadera", aseguraba García Arrando–, era muy deficiente. Se había perdido la aguja y la policromía que marcaba los números y las líneas horarias tuvo que recuperarse con luz ultravioleta, eficiente gracias a la presencia de hierro en los pigmentos, presente aún en la pared de marés.
En tanto que el cenobio fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de monumento en 2007, fue necesario que la comisión insular de Patrimonio aprobara el proyecto de recuperación, coincidente con unas obras dirigidas por los arquitectos Carlos Clemente y Carme Julià y el aparejador Guillem Julià.
La dirección insular de Patrimonio ofreció asesoramiento técnico en un proyecto de restauración ejecutado por Iván Larrea y que supone un "pequeño paso" en una línea de colaboración para la restauración de estos relojes. La asistencia, "precipitada" en este caso, en el que se aprovechó que el andamiaje estaba ya instalado, supone, según aseguró el director insular de Patrimonio, Biel Cerdà, la apertura de "una nueva etapa", coincidente con la designación del nuevo conseller insular de Cultura, que aún debe tomar posesión del cargo.
"Estamos ultimando un convenio de colaboración para seguir restaurando relojes de sol, que son parte del patrimonio científico, técnico y cultural; instrumentos y obras de arte", en palabras de García Arrando, autor del Catàleg de rellotges de sol de Mallorca, que computa unos 900,mientras que Cerdà avanzó que serán los mecanismos de medición del tiempo en peor estado de conservación los que preponderen en la intervención conjunta entre el Consell y ARCA. "Además, nuestra comisión asesora desinteresadamente a todos los que se propongan una restauración", abundó el especialista en gnomótica.
ARCA restaura el rellotge de sol de les Tereses